martes, septiembre 20, 2005

"Todo va a estar bien"


Río Presidio, Sinaloa, cerca del mar Posted by Picasa



Casi siempre, cuando un niño pequeño tiene algún temor que no lo deja actuar, basta con que encuentre inspiración al lado de su papá o su mamá para que “sepa” que TODO VA A ESTAR BIEN, y con esa certeza, se enfrenta al mundo, y se lo “come a pedazos”. Su temor no desaparece, pero lo enfrenta gracias al apoyo que siente...

Esta necesidad vital irónicamente nos acompaña hasta para dejar la vida.

Yo pensaba que siempre es muy triste presenciar el momento en que alguien muere, pero una amiga que dedica su vida al apoyo de los ancianos y enfermos terminales, y que ha tenido la oportunidad de asistir a algunas personas que tenían miedo antes de morir, me hizo ver que ese momento se puede convertir en uno de suma alegría, si apoyas a quien está en ese trance.

En opinión de Luzma, hay pocas cosas que se puedan comparar con la maravilla de tomar las manos de un moribundo y viendo a sus ojos hacerle sentir, probablemente hasta sin palabras, que TODO VA A ESTAR BIEN, en ese momento, su amor y el tuyo, uno agradecido y el otro solidario, consiguen que se tome la última de las decisiones, y haya descanso y paz...

¿quieres dar tu amor a alguien? Contribuye con su certeza de que TODO VA A ESTAR BIEN.

miércoles, septiembre 14, 2005

Sobredosis de Cemento 1985

Me desperté sin entender que ocurria, la puerta se balanceaba, la casa crujia y la mafa daba vueltas junto a mi cama. Está temblando, me asusté, y el movimiento continuaba, parecía eterno. Cuando terminó, un silencio pesado, no había energía eléctrica, ni teléfono, ni ruido en la calle. Nunca había sentido algo así, inmediatamente pensé, esto es grave, y algo en el ambiente lo decia...
Camino a la escuela fui buscando indicios de lo que sentía, pistas de derrumbes o cosas que pasaron por el temblor, pero nada...
En la escuela las actividades estaban suspendidas, las escaleras de los edificios se habían separado y en los laboratorios habia problemas porque los armarios calleron y los frascos de reactivos rotos en el piso indicaban riesgo, posibles gases tóxicos...
A las 8:30 de la mañana empezaron a llegar noticias, muchos compañeron no estaban y otros ya intentaban el regreso a casa, decían que se habían caído edificios, en el Centro y en la colonia Roma...
Como a las 10:30 de la mañana ya se había organizado un pequeño grupo de compañeros para ir al sitio donde pensábamos que había derrumbes, y nos fuimos en una camioneta...
En el camino supimos que el problema era mucho más grande de lo que creiamos, la radio decía que había derrumbes en el Centro Médico, en Tlatelolco, en la colonia Morelos, en la Roma, en fin, en una zona muy grande alrededor del Centro y una señora que llamó a la radiodifusora pedía que fueran a recoger los cuerpos que estaban tirados en la calle, porque los edificios habían caido sobre unos autobuses de pasajeros...
Intentamos llegar por Fray Servando, pero el paso estaba cerrado, había derrumbes y patrullas y confusión. Se nos acercó un policía y nos dijo lo obvio, no puden pasar, hay varios edificios caidos, intenten por otro lado...
Llegamos a la colonia Doctores, entre ambulancias y coches de voluntarios como nosotros, que querían ayudar, pero no había a quien preguntar, qué hacer, dónde, cómo. Las ambulancias recogían a los heridos que encontraban caminando confundidos, ya había muchos vehículos del ejército cerrando calles. En la radio daban la ubicación de edificos caidos donde se solicitaba ayuda para buscar a gente atrapada y dijeron que en el Centro Médico, así que fuimos...
Ninguna película que yo hubiera visto tenía escenas tan impresionantes, parecía una ciudad bombardeada con muy buena puntería, había cerros de escombros en donde antes había edificios de oficinas o escuelas, recuerdo particularmente derrumbes que parecían sandwiches de varios pisos, en donde había como 5 o 6 lozas que en ese momento sólo acupaban un piso; edificios de departamentos que se habían "acostado" para caer sobre el edificio al otro lado de la calle...
Un buen rato, tal vez varias horas, nuestros intentos por apoyar la búsqueda de sobrevivientes fueron frustrados por el ejército y la policía que cerraban las calles y que impedían el paso hacia los derrumbes más grandes, hasta que encontramos un sitio, cerca del eje central, en donde la gente formaba cadenas humanas para retirar escombros y nos integramos a ellas...
Durante todo el día estuvieron llegando personas para ayudar, eran de todas edades y ocupaciones, estudiantes, oficinistas con corbatas o vestidos, obreros, jóvenes y viejos. Algunos que venían de sus casas llegaban con palas y picos, con camionetas, con cuerdas, con agua, con café y con comida, y poco a poco se fueron poniendo puestos de apoyo para quellos que ayudaban...
Al día siguiente, nos quedamos de ver nuevamente en la escuela y alguien me dijo que si teníamos vehículo podíamos apoyar transportando agua potable hasta los puestos de apoyo, que estaban llevándola en bolsas de las de la leche y que había muchas ahí mismo, en la escuela; así que cargamos la camioneta de bolsas de agua y nos dirigimos nuevamente hacia el Centro...
Gracias a esta labor de repartir agua para tomar, y nuestra credencial de estudiantes, pudimos llegar hasta los sitios en los que había acceso restringido a otros vehículos, el ejército y la policía mantenían acordondas muchas zonas, con el pretexto de evitar saqueos en las casas y oficinas; y pudimos darnos cuenta de que lo que vimos el día anterior solamente era una pequeña parte de la INMENSA CATÁSTROFE que el temblor había causado; realmente era indignante que tantos soldados y policías se dedicaran a "vigilar" en vez de apoyar a los equipos de emergencias y civiles que removían escombros y buscaban y rescataban personas...
Dimos varias vueltas con la camioneta llena de bolsas con agua y las entregamos en donde nos decían que hacía falta y vimos muchas otras personas que con sus vehículos particulares repartían comida y cobijas y ropa y herramientas...
Había personas sentadas, cansadas por el esfuerzo físico y, supongo que cansadas de buscar y no encontrar, tomando un respiro para seguir buscando...
También vimos ambulancias y camiones de redilas que llevaban cuerpos, vehículos llenos de personas muertas, unos vestidos, otros sin ropa, todos llenos de tierra y polvo, cuerpos grises, en algunos casos, en bolsas. Escuché que estaban concentrando los cuerpos en el parque de béisbol, que ahí se podía ir a identificarlos, pero que eran muchos, que no iban a caber...
Ya por la tarde, cada uno se fue a su casa a descansar. Yo llegué a la mia como a las 5, a comer, a pensar y un rato después, nuevamente temblaba, y el pánico de la gente ahora era mayor, y el mio más, una vez vistos los resultados del temblor del día anterior...
En los días siguientes, en la casa y en muchas partes de la ciudad no hubo agua potable ni energía eléctrica, salíamos a conseguir agua para lo más indispensable en la madrugada, cuando no había mucha gente, para encontrar filas más cortas en los sitios donde el agua llegaba, pozos improvisados en los registros de agua potable de la ciudad, y a esas horas, 2 o 3 de la mañana, veia llegar a mis vecinos que venian de algún derrumbe, que venian por herramienta o por más comida para regresar...
Muchas personas, yo creo que miles, nunca fueron rescatadas, y fueron a parar hasta los sitios donde se llevaron los escombros, y las que fueron rescatadas debieron su suerte a la sociedad civil organizada, que aquel día jueves 19 de septiembre de 1985, sintió que algo flotaba en el ambiente, y que algo estaba mal...
Las versiones oficiales sobre el número de muertos son de risa loca, pues las menos conservadoras llegan a apuntar que fueron 6,500 muertos y yo preguntaría, ¿en qué colonia?

En ocasiones, por diversas causas, y siempre cuando se acerca septiembre, recuerdo toda aquella devastación que pude ver de cerca veinte años atrás, y a veces lloro, pero también recuerdo a todas aquellas personas que autoorganizadas participaban en las labores de rescate y apoyo, y me siento acompañado por todas ellas y las amo, aunque no las conozca, aunque no sepa de sus problemas y sus sueños, pues sé de su solidaridad...

A alguien se le ocurrió que el buen Rockdrigo González, murió de una sobredosis de cemento, por ser uno de los tantos muertos del terremoto. Por eso el título de este post.

Foto: en una foto no cabe todo aquello, ni el polvo.

jueves, septiembre 08, 2005

CARTA (al vientre preñado de mojdeh)


Para mi nueva sobrina:

Nunca pierdas de vista que la vida no se debe tomar demasiado en serio, que es necesario ser feliz, antes de ser muy importante o muy buena en lo que haces. Esto lo saben bien los niños pero a los adultos se les olvida.

Todo lo que tienes te puede ayudar, los amigos, los logros, el perro y hasta el dinero, pero ninguna cosa es indispensable y tambien ninguna cosa te garantiza que serás feliz, pues eso depende enteramente de ti.

Descubre las cosas que te gustan y procura estar tan cerca de ellas como te sea posible, pero no hagas que tu estado de ánimo dependa de ello.

No te dejes convencer por aquellos que dicen que las cosas actualmente están muy difíciles y que eran mejor hace algunos años; pues siempre se ha dicho lo mismo y aquí seguimos, unos viendo las cosas negras y otros construyendo sus sueños.

Probablemente te cueste un poco de trabajo sobrellevar a tus padres, pues tal vez la rieguen con frecuencia porque eres su primer retoño, no obstante, recuerda que siempre su intención es buena; quiérelos mucho y sobre todo, tenles mucha paciencia.

Ellos te van a enseñar a caminar, a comer, a decir palabrotas y a portarte bien, pero sobre todo te van a enseñar a dar y a querer, a querer el bien para los demás y a darte con intensidad. Es decir (así dice tu papá) lo chido de amar.

Espero ya, con 15 años de anticipación, la oportunidad de ser tu cómplice, de ayudarte con esos padres que nada entienden...
...la oprtunidad de decir alguna pequeña mentira, para ser tu alcanfor.

Mientras ese momento llega, mientras tú misma llegas a este mundo, crece fuerte y sana, tómate tu tiempo, que acá muchos te esperan...
... y te esperan con amor.

Diácono
(07 09 1997)

lunes, septiembre 05, 2005

TOÑO (a propósito de Juan)


Recuerdo como ibas a mi encuentro, con lluvia y todo, saludo amable, guardían incondi_ cional, cuatro o cinco calles antes de llegar...
Callejero, con tus malos modos para tu género y con el corazón en la pata, para mi...
Cuando llegaste, cachorro averiado y asustado (literalmente como perro atropellado), te curé la pata y te diste tu, sin temor...
Un par de veces más se repitió la escena, camino obligado de la libertad en el asfalto...
Llegado el momento, al final de tu reinado, te ayudé a dormir y hasta en ese instante, parecias mirarme y mover la cola, agradecido aún por el remiendo en la pata rota, que tres lustros atrás, me valió tu amor... Foto: Orion (y Toño, libre como siempre, que sigue llendo a mi encuentro)

viernes, septiembre 02, 2005

Mis Maravillosos Recuerdos


Cuando niño, mi casa tenía un enorme patio, mi papá era el más alto y el más fuerte y el auto de la familia, el más veloz. Visitaba en el pueblo a la Tia Chayo, que tenía la casa más grande, cerca de un bosque con árboles gigantes. Las mejores fiestas de cumpleaños, se hacían en mi casa (por mi cumpleaños por supuesto) y no me importaba si en la escuela había niños que decían que los reyes magos no existían, pues mis juguetes (los mejores, claro está) me los habían traido ellos y no necesitaba más pruebas. Pasado el tiempo, digamos a los veintitantos, conocí a la pareja ideal, con la que todo estaba bien, cerca o lejos, dentro o fuera, al hablarnos, al amarnos, al callar. Ahora, al filo de los cuarenta, mis maravillosos recuerdos cobran fuerza, apuntalados por la realidad, que me informa que aquel patio de la casa materna mide 3m x 3m y que lo que yo veía enorme y veloz era común, y que incluso la mujer que durante años fue el centro de mi vida, no es como imaginé. Por qué cobran fuerza? Porque son mios, porque yo los amasé, porque a fuerza de recordarlos los fui moldeando, enriqueciendo en mi mente. Porque la gente que vive en ellos, y los lugares y los hechos, son mejores para ser recordados, para ser vueltos a vivir. Y porque los reyes magos existen cuando tienen que existir. ¿Tu tienes recuerdos maravillosos? Foto: Yo 1969.


Photo Cube