miércoles, septiembre 14, 2005

Sobredosis de Cemento 1985

Me desperté sin entender que ocurria, la puerta se balanceaba, la casa crujia y la mafa daba vueltas junto a mi cama. Está temblando, me asusté, y el movimiento continuaba, parecía eterno. Cuando terminó, un silencio pesado, no había energía eléctrica, ni teléfono, ni ruido en la calle. Nunca había sentido algo así, inmediatamente pensé, esto es grave, y algo en el ambiente lo decia...
Camino a la escuela fui buscando indicios de lo que sentía, pistas de derrumbes o cosas que pasaron por el temblor, pero nada...
En la escuela las actividades estaban suspendidas, las escaleras de los edificios se habían separado y en los laboratorios habia problemas porque los armarios calleron y los frascos de reactivos rotos en el piso indicaban riesgo, posibles gases tóxicos...
A las 8:30 de la mañana empezaron a llegar noticias, muchos compañeron no estaban y otros ya intentaban el regreso a casa, decían que se habían caído edificios, en el Centro y en la colonia Roma...
Como a las 10:30 de la mañana ya se había organizado un pequeño grupo de compañeros para ir al sitio donde pensábamos que había derrumbes, y nos fuimos en una camioneta...
En el camino supimos que el problema era mucho más grande de lo que creiamos, la radio decía que había derrumbes en el Centro Médico, en Tlatelolco, en la colonia Morelos, en la Roma, en fin, en una zona muy grande alrededor del Centro y una señora que llamó a la radiodifusora pedía que fueran a recoger los cuerpos que estaban tirados en la calle, porque los edificios habían caido sobre unos autobuses de pasajeros...
Intentamos llegar por Fray Servando, pero el paso estaba cerrado, había derrumbes y patrullas y confusión. Se nos acercó un policía y nos dijo lo obvio, no puden pasar, hay varios edificios caidos, intenten por otro lado...
Llegamos a la colonia Doctores, entre ambulancias y coches de voluntarios como nosotros, que querían ayudar, pero no había a quien preguntar, qué hacer, dónde, cómo. Las ambulancias recogían a los heridos que encontraban caminando confundidos, ya había muchos vehículos del ejército cerrando calles. En la radio daban la ubicación de edificos caidos donde se solicitaba ayuda para buscar a gente atrapada y dijeron que en el Centro Médico, así que fuimos...
Ninguna película que yo hubiera visto tenía escenas tan impresionantes, parecía una ciudad bombardeada con muy buena puntería, había cerros de escombros en donde antes había edificios de oficinas o escuelas, recuerdo particularmente derrumbes que parecían sandwiches de varios pisos, en donde había como 5 o 6 lozas que en ese momento sólo acupaban un piso; edificios de departamentos que se habían "acostado" para caer sobre el edificio al otro lado de la calle...
Un buen rato, tal vez varias horas, nuestros intentos por apoyar la búsqueda de sobrevivientes fueron frustrados por el ejército y la policía que cerraban las calles y que impedían el paso hacia los derrumbes más grandes, hasta que encontramos un sitio, cerca del eje central, en donde la gente formaba cadenas humanas para retirar escombros y nos integramos a ellas...
Durante todo el día estuvieron llegando personas para ayudar, eran de todas edades y ocupaciones, estudiantes, oficinistas con corbatas o vestidos, obreros, jóvenes y viejos. Algunos que venían de sus casas llegaban con palas y picos, con camionetas, con cuerdas, con agua, con café y con comida, y poco a poco se fueron poniendo puestos de apoyo para quellos que ayudaban...
Al día siguiente, nos quedamos de ver nuevamente en la escuela y alguien me dijo que si teníamos vehículo podíamos apoyar transportando agua potable hasta los puestos de apoyo, que estaban llevándola en bolsas de las de la leche y que había muchas ahí mismo, en la escuela; así que cargamos la camioneta de bolsas de agua y nos dirigimos nuevamente hacia el Centro...
Gracias a esta labor de repartir agua para tomar, y nuestra credencial de estudiantes, pudimos llegar hasta los sitios en los que había acceso restringido a otros vehículos, el ejército y la policía mantenían acordondas muchas zonas, con el pretexto de evitar saqueos en las casas y oficinas; y pudimos darnos cuenta de que lo que vimos el día anterior solamente era una pequeña parte de la INMENSA CATÁSTROFE que el temblor había causado; realmente era indignante que tantos soldados y policías se dedicaran a "vigilar" en vez de apoyar a los equipos de emergencias y civiles que removían escombros y buscaban y rescataban personas...
Dimos varias vueltas con la camioneta llena de bolsas con agua y las entregamos en donde nos decían que hacía falta y vimos muchas otras personas que con sus vehículos particulares repartían comida y cobijas y ropa y herramientas...
Había personas sentadas, cansadas por el esfuerzo físico y, supongo que cansadas de buscar y no encontrar, tomando un respiro para seguir buscando...
También vimos ambulancias y camiones de redilas que llevaban cuerpos, vehículos llenos de personas muertas, unos vestidos, otros sin ropa, todos llenos de tierra y polvo, cuerpos grises, en algunos casos, en bolsas. Escuché que estaban concentrando los cuerpos en el parque de béisbol, que ahí se podía ir a identificarlos, pero que eran muchos, que no iban a caber...
Ya por la tarde, cada uno se fue a su casa a descansar. Yo llegué a la mia como a las 5, a comer, a pensar y un rato después, nuevamente temblaba, y el pánico de la gente ahora era mayor, y el mio más, una vez vistos los resultados del temblor del día anterior...
En los días siguientes, en la casa y en muchas partes de la ciudad no hubo agua potable ni energía eléctrica, salíamos a conseguir agua para lo más indispensable en la madrugada, cuando no había mucha gente, para encontrar filas más cortas en los sitios donde el agua llegaba, pozos improvisados en los registros de agua potable de la ciudad, y a esas horas, 2 o 3 de la mañana, veia llegar a mis vecinos que venian de algún derrumbe, que venian por herramienta o por más comida para regresar...
Muchas personas, yo creo que miles, nunca fueron rescatadas, y fueron a parar hasta los sitios donde se llevaron los escombros, y las que fueron rescatadas debieron su suerte a la sociedad civil organizada, que aquel día jueves 19 de septiembre de 1985, sintió que algo flotaba en el ambiente, y que algo estaba mal...
Las versiones oficiales sobre el número de muertos son de risa loca, pues las menos conservadoras llegan a apuntar que fueron 6,500 muertos y yo preguntaría, ¿en qué colonia?

En ocasiones, por diversas causas, y siempre cuando se acerca septiembre, recuerdo toda aquella devastación que pude ver de cerca veinte años atrás, y a veces lloro, pero también recuerdo a todas aquellas personas que autoorganizadas participaban en las labores de rescate y apoyo, y me siento acompañado por todas ellas y las amo, aunque no las conozca, aunque no sepa de sus problemas y sus sueños, pues sé de su solidaridad...

A alguien se le ocurrió que el buen Rockdrigo González, murió de una sobredosis de cemento, por ser uno de los tantos muertos del terremoto. Por eso el título de este post.

Foto: en una foto no cabe todo aquello, ni el polvo.


Photo Cube