Emilio Ebergenyi Matos (in memoriam)

Pasaron semanas antes de poder pensar en ti sin sentir profunda tristeza. No solo por tu partida, que es un trámite que en algún momento, pronto o después, todos vamos a cumplir; también por lo inesperado, porque contábamos contigo para todos los días, para todas las mañanas, para muchos otros documentales y muchos doblajes más…

Tu voz nos llevó lejos, más allá del mar, y nos sorprendió muchas veces con secretos de la ciencia, otras veces con narraciones extraordinarias, clásicas de autores famosos o tuyas, cotidianas, no por eso menos extraordinarias…

Extraño tu verdad desenfadada y lo universal de tu charla, salpicada de ocurrencias y muchas, muchas palabras, tan interesante el fondo como la forma…

Tu opinión tan libre, tan directa, que me permitía incluso no estar de acuerdo contigo, pero seguir el ejemplo de decir lo que se piensa…

En fin, a cuatro años de tu partida, te recuerdo con cariño, como seguramente miles que te escucharon y no conociste por su nombre, pero que conocías con tu cariño, sin medida, entregado en cada palabra de tu grandioso hablar…

En enero voy a ser papá, y estoy grabando algunos programas tuyos, para que Bruno los escuche y como yo, tenga referente del buen hablar, para que sienta tu pasión por la vida y tu entrega al “hablar como ratón” o como pirata, o como señor, que fuiste, invitando a no detenerse a la imaginación del escucha infantil…

Tu alegría, tu irreverencia, tu franqueza, tu frescura, tu ser universal…

GRACIAS EMILIO